El País i el nou model de diari

El diari El País és un dels pocs al món on el periodistes tenen uns drets garantits per un Estatut de Redacció. A més, la separació entre l'empresa i el diari és clara, i es deixa en mans dels periodistes la línia editorial del periòdic i es confia en la seva professionalitat. Us presento un article que vaig fer per la classe d'història del periodisme que tracta sobre això. Dir que el professor el va valorar força bé, un 8!! a veure què en penseu vosaltres.


El compromiso de El País
La independencia entre sus periodistas y los propietarios

Èlia Orts (Barcelona)
El País vio la luz por primera vez el día 4 de mayo de 1976. Lo hizo cuatro años después de crearse la Promotora de Informaciones, Sociedad Anónima (PRISA), con mucho esfuerzo y habiendo superado muchos obstáculos que aparecieron a lo largo del camino. El diario nacía con la voluntad de “ser un periódico de referencia, solvente”, cómo explica Juan Cruz, que fue corresponsal de El País en sus inicios, en su libro Una memoria de “El País”. Veinte años de vida en una redacción. Se buscaba crear un rotativo autónomo política y económicamente, por eso, desde los inicios, se intentó que los accionistas tuvieran procedencias distintas y se decidió que el director de El País tenía que ser un profesional independiente.

Ya desde los inicios, la profesionalidad ha jugado un papel determinante en El País. Las discusiones entre los promotores por ver quién debía hacerse cargo de la línea editorial del diario. Había quién defendía la propiedad como timonero del barco y quién decía, Jesús Polanco el primero, que los periodistas eran quienes debían responsabilizarse de la Redacción. Estas controversias han marcado la historia del periódico.

Ya antes de nacer se discutió sobre el papel de los profesionales y de la subordinación del rotativo a los periodistas. Pero la opción defendida por uno de los máximos accionistas de PRISA coincidía con la de quién iba a ser el director del diario, Juan Luis Cebrián. Entre los dos hay una relación de lealtad que no se ha roto nunca y que, como explica Juan Cruz, Polanco “nunca leía el periódico la noche anterior, para no tener la tentación de influir en el director”. Éste “compromiso” entre director y propietario se extiende a todos los profesionales y se materializa en el Estatuto de la Redacción.

El Estatuto de la Redacción fue aprobado en junio de 1980. Apareció en un momento en que las tensiones entre accionistas se hacían notar, y que llegaban a los profesionales mediante algunos de los periodistas que, a su vez, eran propietarios del periódico. La norma sirvió para apoyar la dirección del diario y el poder cuestionado de Polanco, aunque es la Redacción la máxima beneficiaria: consigue un mayor peso en las decisiones que afectan la línea informativa y editorial del diario, pueden votar los cargos de dirección del periódico, desde el director hasta los redactores jefes, aunque se trata de una votación consultiva.

El Estatuto crea también un comité de redacción que hace de puente entre los periodistas y la dirección, garantiza el mantenimiento de una línea editorial a través de la cláusula de conciencia, por la que el profesional puede disfrutar de indemnización si deja El País a causa de un cambio sustantivo en la ideología defendida por el diario. La norma también le reconoce al redactor el derecho al secreto profesional. Es El País el primer diario español en reconocer tantos derechos a sus profesionales y dotar de tanto poder su redacción con un Estatuto inspirado en el que existía en Le Monde francés.